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Conoce más sobre nuestra Parroquia

En la década de 1920, miembros de la Comunidad Benedictina, liderados por el Padre Benito González, llegaron a Viña del Mar con el propósito de establecer una presencia religiosa estable en la ciudad. Gracias a una significativa donación particular, adquirieron terrenos en el barrio de Chorrillos, donde comenzaron la construcción de un templo y un monasterio. Esta obra arquitectónica estuvo a cargo de los reconocidos arquitectos Juan Lyon y Oscar Larrañaga.

En 1926, el templo fue elevado a la categoría de Parroquia por el primer Obispo de Valparaíso, Monseñor Eduardo Gimpert. Desde entonces, diversas congregaciones religiosas han asumido la responsabilidad de brindar asistencia espiritual y social a la comunidad local. Asimismo, la parroquia ha desempeñado un papel fundamental en la creación de instituciones educativas, como el Colegio Nuestra Señora de Lourdes y el Colegio Viña del Mar.

Durante décadas, los religiosos de San Benito ofrecieron su labor como capellanes en importantes centros de salud, incluyendo el Hospital Gustavo Fricke y el Hospital de Niños de Viña del Mar, además de brindar acompañamiento a diversas comunidades femeninas.

En 1974, debido a la disminución de vocaciones religiosas, se solicitó apoyo a la Congregación Benedictina del Cono Sur. Como resultado, se tomó la decisión de separar la administración de la Parroquia y el Monasterio. El Colegio Viña del Mar fue entregado al Obispado de Valparaíso, transformándose posteriormente en la sede viñamarina del Colegio Seminario San Rafael. Por su parte, los padres benedictinos adquirieron terrenos en Limache para reubicar el monasterio, con apoyo de comunidades religiosas de Alemania y Argentina.

En 1977, la Santa Sede aprobó formalmente el traslado y la sucesión del monasterio de Viña del Mar a Limache. En esta nueva ubicación, los benedictinos adaptaron una antigua bodega como capilla, desarrollaron labores agrícolas y establecieron un cementerio, que desde 1985 resguarda los restos de religiosos fallecidos en Puente Alto y Viña del Mar.

A partir de 2009, el Monasterio de Lliu Lliu, junto con el Monasterio de las Monjas Benedictinas de Rautén, Quillota, se han consolidado como importantes centros regionales de espiritualidad y retiro.

En la actualidad, la Parroquia San Benito continúa su labor pastoral y se encuentra en preparativos para celebrar su centenario en 2026, reafirmando su compromiso con la comunidad y su legado histórico.